EL CABALLITO DE SIETE COLORES (Diario Sur)
Érase que se era un campesino llamado Julián, que vivía en un pueblecito de calles estrechas, junto a la Sierra de las Nieves. El labriego era tan pobre tan pobre que comía sopitas de nada y empanadillas de aire, se tapaba con una hoja de palma y vivía en una choza. El campesino tenía tres hijos: Juan, el mayor, que era alto como un pino,; Román, el mediano, no era ni chico ni grande; y Sebastián, el pequeño, un muchacho menudo que dormía en el tronco de una encina.
Julián llevaba mucho tiempo intentando encontrar trabajo de campesino, porque labrar los campos era lo que mejor sabía hacer; pero por mas que buscaba y buscaba, no encontraba nada. Cuentan que en una ocasión fue a Alozaina a casa de Tomás el granjero…