El duende del hospital
Han visto por el pasillo
a un gracioso geniecillo,
un ser la mar de especial:
¡el duende del hospital!
Tiene pelos de estropajo.
Vuela siempre bocabajo,
zumbando cual abejorro,
sin perder jamás el gorro.
Este duende tan viajero
─el mejor del mundo entero─
entra en cualquier orificio
y recorre el edificio.
Lo mismo visita Urgencias
que, haciendo mil reverencias
y repartiendo alegría,
llega al Hospital de Día.
Igual que salta una tapia,
en Quimio o Radioterapia,
hace reír a un paciente
con algún chiste ocurrente.
Y le parece genial
el aula del hospital.
Allí en todo participa.
¡El duende lo pasa pipa!
Le encanta llevar calcetas,
dar brincos y volteretas
al ritmo de una canción
¡y entrar en tu habitación!
Como a tu lado es feliz,
te da un beso en la nariz
y abrazos de cuando en cuando.
¡Tiene el corazón muy blando!