Un viaje espacial
Dice la doctora a Blado
─que mira muy concentrado
cómo pasa una ambulancia─:
“Te harán una resonancia”.
Desde que era muy pequeño,
ser astronauta es su sueño:
cruzar en nave espacial
el espacio sideral.
Baja Blado muy conforme,
pues guarda un secreto enorme.
El niño astronauta sabe
que la máquina es su nave.
Blado entra en el aparato.
El viaje durará un rato.
Atento espera que llegue
el ruido del despegue.
¡Va a volar a otro planeta!
Cuando los ojos aprieta
y le añade fantasía,
comienza la travesía.
Y le pasa por delante,
en un platillo volante,
un simpático marciano
que dice adiós con la mano.
Ve una estrella supernova,
a una bruja con su escoba,
a un serafín cantarín
que desafina en latín.
Tras tan fabuloso viaje,
se inicia el aterrizaje.
Al abrir los ojos Blado,
¡la resonancia ha acabado!
(Carmen Gil)