Halloween

ritacalcero1 Fantasmamini  

Miss bruja

Para ser bruja preciosa
debes oler siempre a ajo,
tener la cara verdosa
y los pelos de estropajo.

Ser huesuda y orejuda
y lucir en la nariz
una verruga peluda
larga como una lombriz.

Tener un único diente
y una colosal joroba.
Hablar con voz estridente
y apoyarte en una escoba.

Si además de todo esto
te vistes siempre de oscuro
y vives en sitio infecto,
serás Miss Bruja, seguro.

    (Carmen Gil, Las brujas trillizas, editorial CCS)

El fantasma Cucufate
 
El fantasma Cucufate
se dio ayer un sofocón:
se manchó de chocolate
la sábana de algodón.
 

La metió en la lavadora,
le echó mucho detergente
y la lavó media hora
con el agua muy caliente.

Y ahora, como alma en pena,
enfadado y afligido,
vaga de almena en almena:
¡la sábana le ha encogido!

Le llega por las rodillas,
igual que una camiseta,
y luce las pantorrillas
y las medias de calceta.

Tiene un enorme disgusto
porque, de frente o de espaldas,
¿a quién va a matar de susto
un fantasma en minifalda?

   (Carmen Gil, Monstruos, brujas y fantasmas, Editorial Brosquil)

Nana 

Duérmete,
vampira mía.
Duérmete,
que ya es de día.

Duérmete sin inquietud
en tu pequeño ataúd
con la sábana morada,
sin tener miedo de nada.

Ten sueños muy apacibles
con murciélagos horribles,
cementerios, sepulturas
y noches negras y oscuras.

Duerme mientras brille el sol
con mi nana en si bemol
y tu pijama de andrajos,
sin pensar nunca en los ajos.

Y cuando a las doce y cinco
te despiertes dando un brinco,
te daré, bebé llorón,
sangre fresca en biberón.

Duérmete,
vampira mía.
Duérmete,
que ya es de día.

   (Carmen Gi, Cuentos para pasar miedo… o no tanto, editorial Toro Mítico)

 

 

 

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