IRA
Hoy a Jon se le ha antojado
un tren que viene y que va.
Le dice que no papá
y está requeteenfadado.
¡Qué rabieta tiene Jon!
Llora, berrea… ¡No para!
Y se le pone la cara
roja como el pantalón.
Late a cien su corazón.
Su rabia por dentro crece
y al pobre Jon le parece
un volcán en erupción.
Es que en su cabeza el mundo
corre veloz como el viento
y hay ningún pensamiento
que se detenga un segundo.
Le da papá con amor
la botella atrapagritos
de colores muy bonitos
y Jon grita en su interior.
Los dos la cierran volando.
Así el grito que ha atrapado
quedará bien encerrado
y no acabará escapando.
Respira pausadamente
en su rincón de la calma,
en una silla de palma.
Y después qué bien se siente!
Juega con papá y mamá.
Los tres, con mucha ternura,
se agarran por la cintura,
¡son un tren que viene y va!
(Carmen Gil)