LA ABUELITA BUCANERA
La abuelita bucanera
es pirata aventurera
y le baila el corazón
cuando maneja el timón.
Con viento o con calma chicha,
navega llena de dicha,
del uno al otro confín,
en busca de un buen botín.
Si se le enfrenta cualquiera,
le saca la espumadera.
No hay pirata más valiente
en todo el mar de poniente.
Sigue el mapa de un tesoro,
mientras su loro Heliodoro
repite sin ton ni son:
“Por las barbas de Tritón”.
Navega de puerto en puerto
buscando un lugar desierto.
llegan a una isla remota
donde no hay ni una gaviota.
En ella el sol nunca brilla.
Cuando atracan en la orilla,
un fantasma entrometido
da un espeluznante aullido.
La pirata no se achanta.
En vez de asustarse, canta.
Suelta tan tremendos gallos
que hay lluvia, truenos y rayos.
El fantasma, acobardado,
se va por donde ha llegado,
corriendo que se las pela.
¡No hay quien pueda con la abuela!
En la playa del Delfín
halla por fin el botín.
El cofre les quita el hipo
¡Hay libros de todo tipo!
Humor, terror, fantasía…
Salta y brinca de alegría.
Después del mar −asegura−
lo mejor es la lectura.
El hallazgo la entusiasma,
pero no olvida al fantasma.
Le deja, con buen criterio,
cinco libros de misterio.
Zarpan el loro y la abuela
con su barco a toda vela,
que hay mucho mundo por ver
y libros para leer.
(Carmen Gil)