LA DETECTIVE JULIETA Y EL CASO DEL RATÓN PÉREZ (Laberinto) (Fragmento) Si quieres adquirir el libro, pincha aquí www.edicioneslaberinto.es
El mundo está lleno de misterios misteriosos: adónde van a parar los calcetines que se pierden, cuándo cumplen años los que nacieron el 29 de febrero, dónde se guardan las palabras que decimos y que se quedan flotando en el aire, por qué el mar es azul si el agua es transparente, qué hacen las mariposas en invierno…Pero el que más fascinaba a Julieta, el que le parecía el más grande de todos era el misterio del Ratoncito Pérez.
Julieta tenía ojos de miel, el pelo color zanahoria, un montón de pecas y un perro de aguas con una nariz como una trufa que se llamaba Gustavo. A Julieta le encantaban los misterios.
-Cuando sea mayor –le decía Julieta a Gustavo- voy a ser detective.
-Guau, guau (que en el lenguaje de los perros quiere decir: “Y yo seré tu ayudante”)–le respondía Gustavo
Una tarde, cuando Julieta paseaba por el parque con su perro, se le cayó una paleta.
-¿Sabes, Gustavo? Esta noche la pondré debajo de la almohada y me quedaré despierta vigilando. Así podré descubrir adónde lleva el Ratón Pérez los dientes de los niños y me convertiré en la detective más famosa del planeta.
-Guau, guau (que en el lenguaje de los perros quiere decir: “Yo vigilaré contigo”) –le ladró Gustavo.