Magia en la habitación
La doctora, mientras canta,
nos mira bien la garganta,
muy atenta y despacito,
¡y después nos da un palito!
Enseguida piensa Rita
que el palo es una varita.
“¡Hoy voy a hacer magia –exclama-
sin moverme de la cama!”.
Y rápida como el viento
pronuncia un encantamiento:
“Que este suero se transforme
en un elefante enorme”.
Aunque el hechizo no actúa,
la pequeña continúa:
“¡Que el pájaro del dibujo
vuele por arte de embrujo”.
Al instante, y de repente,
por la ventana de enfrente
se cuela en la habitación
un pájaro juguetón.
Se posa en el cabecero,
sobre el palo portasuero
y en la cabeza pelona
de Nona la dormilona.
¡Qué divertida visita!
Rita mueve la varita:
“Que aparezca en la mesilla
un canguro con sombrilla”.
Rita tiene mucha suerte:
si cierra los ojos fuerte
y usa la imaginación,
va a disfrutar un montón.
(Carmen Gil)